Tiempo para disfrutar a nuestros hijos

Por una parte, para sentirnos bien internamente y poder transmitir ese bienestar a quienes conviven con nosotros, los padres necesitamos desarrollar todas las facetas de nuestra vida, sin limitarnos a la paternidad.

Por otra parte, los hijos necesitan aprender a afrontar su vida sin depender de sus padres eternamente. Por lo tanto, en lugar de dedicar tanto tiempo a resolverles la vida, tendríamos que invertir calidad de tiempo en enseñarles a jugar, estudiar y realizar todas las actividades desde que se levantan hasta que se acuestan, de manera que puedan ser responsables y colaboradores.

Pero aparte del tiempo dedicado a la misión educativa, hay otro tiempo importantísimo, el de disfrutar a los hijos. El de estar con ellos para escucharles, para que cuenten lo que piensan, lo que les gusta y lo que les disgusta, para que expresen sus sentimientos. El tiempo de contarles un cuento, de ver una película, de jugar un rato con ellos, o de practicar algún deporte juntos; o el de llevarles al parque para que jueguen con otros niños…

Tendríamos que aprender a organizarnos olvidándonos de planchar tanto o de hacer un sinfín de cosas que no son primordiales. Tan importante es no entregar todo el tiempo a los hijos, puesto que deben aprender a llenar el suyo y a respetar el de los demás, como dedicarles un tiempo para compartir sentimientos y disfrutar juntos.